Para minimizar la pobreza energética y favorecer a los usuarios finales, burócratas del sector propusieron que se democratice la política energética del territorio.
Héctor Moreira, representante de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), manifestó que México cambió su política energética cada sexenio ya hace 20 años, priorizando la estabilidad energética por medio de carbón y energía nuclear, pasando por el cambio climático, en lo que hoy se sigue la autonomía.
“No tenemos la posibilidad de aguardar que cada quien tenga su política energética, debemos utilizar nuestro sistema democrático en las elecciones sobre energía y lo cual los individuos tienen la posibilidad de aguardar del proveedor”, manifestó el comisionado a lo largo de un acontecimiento virtual.
Rememoró que a lo largo de 2002, bajo el regimen panista de Vicente Fox, México compraba carbón a partir de Australia puesto que la política energética correspondió a estabilidad, mientras tanto que la alternativa de gas de Estados Unidos no era posible por los altos precios, sin embargo con la llegada del fracking y gas shale de Estados Unidos se logró el energético a bajo precio y se ancló la matriz energética a comentado hidrocarburo.
A lo largo de el regimen priista de Enrique Peña Nieto, la política energética ha sido ecológica con el decrecimiento la huella de carbono, por lo cual se despachó primero la energía eléctrica de centrales renovables. Ahora, con el mandatario López Obrador, el regimen busca el fortalecimiento de las organizaciones del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El regimen mexicano estima que 20% de los mexicanos emplean leña para guisar alimentos y calentar sus domicilios, la mayor parte de dichos en regiones rurales.
Moreira comentó que la quema de leña, un recurso disponible, confiable y de bajo precio, es perjudicial para el medio ambiente y la salud humana, sin embargo para un agricultor aquello no es prioridad, por lo cual insistió en la necesida de proceso democrático para conseguir un acuerdo nacional.
“Estamos dando dichos saltos (cada sexenio) pues no hay debate a fondo de derechos que iremos a darle a la población en términos de energía, y en cómo se van a tomar aquellas decisiones”, dijo.